miércoles, 18 de enero de 2012

¿QUÉ ES EL ARTE?



  ¿QUÉ ES EL ARTE?

Todos hablamos con facilidad del arte. Pero… ¿quién se atreve a definirlo? ¡Cuántos grandes pensadores lo han intentado¡ Comienzo con algunas citas que me resultan sugerentes:

-   El arte es el hombre agregado a la naturaleza . Vicent van Gogh

-   El arte es una armonía que corre paralela a la naturaleza. Cézanne

-  El arte es la expresión de los más profundos pensamientos por el camino más sencillo. Albert Einstein

-   El arte es sobre todo un estado del alma. Marc Chagall

-   El arte no es una cosa, sino un camino. Elbert Hubbard

-   El arte sucede. James Whistler

-   Arte significa: dentro de cada cosa mostrar a Dios. Hermann Hesse

            ¿Me dejas ahora que lo intente yo?

El arte es una llamada al Misterio. Tiene la capacidad de hacer perceptible y fascinante lo invisible. Rompe el recinto estrecho de lo finito para abrir una ventana al infinito y diseñar un destino mejor para el hombre. Da un alma al mundo.

Vamos a abordarlo ahora de un modo menos poético, pero más riguroso: La mayoría de las definiciones del arte que se han formulado a lo largo de la historia se centran en tres aspectos: conocer, expresar y hacer. Siguiendo la Estética de bolsillo de Pablo Blanco, para algunos pensadores prima el conocimiento y lo intelectual sobre lo manual, convirtiendo el arte en una especie de visión a la que solo pueden acceder un grupo de privilegiados. En una segunda concepción, lo esencial al arte son los sentimientos que expresa. Si antes primaba la cabeza, ahora lo hace el corazón. Para un tercer grupo, el arte está centrado en las manos, sobre todo es un “hacer”, el trabajo más puramente artesanal de la obra artística. En realidad, todos esos elementos son imprescindibles para el trabajo artístico: conocer, sentir, saber hacer y hacer. Sin embargo, no son suficientes para diferenciar la obra de arte de cualquier producto estético. La obra de arte no sólo es una forma, sino que es una forma pura y real plasmada en la materia que busca, por encima de todo, su perfección estética. La obra de arte está compuesta de materia y espíritu, de cuerpo y de alma, vinculadas en una inseparable unidad.

Es así de sencillo: toda obra de arte auténtica es escatológica, porque refiere el mundo más allá de sí mismo; esboza algo que está por venir. Es una promesa.

El arte refuerza lo mejor de lo que es capaz el ser humano: la esperanza, la fe, el amor, la belleza, la devoción, o lo que uno sueña y espera. Se convierte en anuncio celeste. Porque las verdaderas obras de arte no pueden evitar testimoniar que su fuente y su origen es el mismo Dios. Trazan un camino hacia el Creador que el hombre puede recorrer.
En cuanto al arte específicamente cristiano, esta cuestión es aún más compleja, porque no tiene sentido aplicar “cristiano” como un apellido del arte sin más. Pero… ¿cuándo calificamos el arte como cristiano?

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